¿Los perros y los gatos sueñan de verdad?
Muchos tutores observan a su perro o a su gato dormir, mover las patas, gemir suavemente o agitar los bigotes y se preguntan si están soñando. Hoy sabemos que sí: los perros y los gatos sueñan, y sus sueños forman parte de su equilibrio emocional, cognitivo y comportamental.
1. Fases del sueño en perros y gatos
Al igual que las personas, perros y gatos pasan por varias fases de sueño: una fase de sueño ligero, una fase de sueño profundo y una fase llamada sueño paradójico o REM. Es precisamente en esta fase REM donde la actividad cerebral se parece más a la de un humano que está soñando.
Durante el sueño REM, el cerebro sigue muy activo mientras el cuerpo está parcialmente relajado. Esto explica por qué se observan movimientos involuntarios: patas que se contraen, ojos que se mueven bajo los párpados, cambios en la respiración o pequeñas vocalizaciones.
2. ¿Con qué sueñan los perros?
Los estudios sobre el sueño canino muestran que los perros tienden a soñar con escenas relacionadas con su vida diaria y sus comportamientos naturales. Suelen revivir:
- momentos de carrera y juego,
- paseos y exploraciones en el entorno,
- interacciones con su tutor u otros animales,
- aprendizajes recientes o experiencias cargadas de emoción.
Los cachorros suelen tener más fases REM que los perros adultos. Su cerebro está construyendo muchos aprendizajes nuevos: normas de convivencia, primeros paseos, descubrimiento del entorno, vínculos afectivos. El sueño les ayuda a consolidar esta información.
En los perros adultos, los sueños participan en la integración de la rutina diaria, la gestión de las emociones y la estabilización de ciertos comportamientos.
3. ¿Con qué sueñan los gatos?
En los gatos, los sueños están muy ligados a su repertorio instintivo, sobre todo a la caza y la exploración. Incluso un gato que no sale nunca de casa puede soñar con acechar, saltar, perseguir y atrapar. Estos patrones forman parte de su biología, aunque no los exprese de forma completa en la vida cotidiana.
Durante el sueño REM, muchos gatos muestran pequeños movimientos de las patas, contracciones de los bigotes, cambios en la postura o en la respiración. Se considera que están “repitiendo” mentalmente secuencias de comportamiento típicas: observar, acercarse en silencio, saltar, sujetar la presa o explorar un nuevo espacio.
Además de la caza, es probable que los gatos sueñen con situaciones sociales que les han marcado: cambios en la casa, llegada de una persona nueva, momentos de caricias o, por el contrario, episodios de estrés.
4. ¿Pueden tener pesadillas?
Perros y gatos no solo tienen sueños agradables. También pueden tener sueños desagradables o pesadillas, sobre todo después de un episodio de miedo intenso, un cambio importante o una situación que les haya generado mucha tensión.
Una pesadilla puede manifestarse con:
- gemidos o ladridos/maullidos breves,
- movimientos bruscos de las patas o del cuerpo,
- respiración acelerada o irregular,
- signos de agitación durante el sueño.
No suele ser recomendable despertar de forma brusca a un animal que parece tener un mal sueño. Puede reaccionar por reflejo, desorientado, sin comprender dónde está. En general, lo mejor es dejar que el episodio termine y ofrecer después un entorno tranquilo y previsible.
5. El papel de los sueños en su bienestar
Los sueños cumplen varias funciones importantes para perros y gatos. Contribuyen a:
- consolidar la memoria y los aprendizajes del día,
- procesar las emociones asociadas a ciertas experiencias,
- reforzar comportamientos útiles para su vida diaria,
- reducir la tensión nerviosa acumulada,
- integrar cambios en el entorno o en la rutina.
Un animal que duerme mal puede mostrarse más irritable, más sensible a los estímulos o menos tolerante a los cambios. Un sueño de calidad forma parte del bienestar global, igual que la alimentación, la actividad física y la seguridad emocional.
6. Cómo favorecer un sueño tranquilo
El sueño no depende solo del cansancio físico. Los perros y los gatos sensibles, ansiosos, mayores o que atraviesan una etapa de cambio pueden tener un sueño fragmentado o inquieto. Algunos factores clave para mejorar la calidad del descanso son:
- mantener una rutina diaria coherente (horarios de comida, paseos, juego),
- proponer suficiente actividad física y mental durante el día,
- ofrecer un espacio de descanso estable, cómodo y seguro,
- evitar estímulos intensos justo antes de la noche (ruidos, juegos muy excitantes),
- prestar atención a las señales de ansiedad o estrés.
En animales especialmente sensibles, el trabajo sobre el entorno, la previsibilidad y la calma es tan importante como el tiempo de sueño en sí.
7. Apoyo natural para la calma y el equilibrio hormonal
En algunos perros y gatos, la calidad del sueño se ve afectada por la ansiedad, el estrés agudo o, en el caso de las hembras, por los cambios hormonales relacionados con el celo. En estos casos, además de ajustar la rutina y el entorno, algunas fórmulas naturales pueden ofrecer un apoyo complementario.
La Fórmula Serenidad ECO combina espino blanco (45 %), pasiflora (45 %), valeriana (6 %) y zanahoria (4 %). Está pensada para favorecer la calma y ayudar a los animales que viven situaciones de ansiedad o sensibilidad emocional. Puede utilizarse como apoyo en perros y gatos que:
- reaccionan de forma intensa a ruidos fuertes (tormentas, petardos, obras),
- sufren estrés en viajes, mudanzas o cambios de entorno,
- muestran ansiedad por separación o adaptación difícil a una adopción reciente.
Un mejor manejo del estrés y de la excitación emocional durante el día contribuye de forma indirecta a un descanso más regular y reparador por la noche.
La Fórmula Equilibrio Hormonal ECO asocia melisa (32 %), pasiflora (32 %), salvia (32 %) y zanahoria (4 %). Está destinada a perras y gatas en celo, para acompañar:
- la sensibilidad hormonal durante el ciclo,
- los cambios de comportamiento ligados al celo,
- las fases de agitación o inquietud que pueden aparecer en este periodo.
En algunas hembras, el celo puede provocar vocalizaciones, inquietud nocturna o dificultad para encontrar un ritmo de descanso estable. Un apoyo natural adaptado, siempre como complemento de una buena gestión del entorno y del consejo profesional cuando sea necesario, puede ayudar a atravesar estas fases con más serenidad.
Conclusión
Los perros y los gatos sueñan, y sus sueños forman parte integral de su bienestar. A través del sueño, reviven experiencias, consolidan lo aprendido, procesan emociones y mantienen activos comportamientos esenciales para su equilibrio. Cuidar de su descanso implica ofrecerles seguridad, una rutina estable, estímulos adecuados y, en los animales más sensibles, un apoyo natural bien elegido.
